lunes, 19 de abril de 2010

La Dermatitis del Pañal


Entre las afecciones más frecuentes en los bebés están las diferentes dermatitis. Una buena higiene y algunos cuidados especiales son suficientes para evitarle molestias.
Una colita rosada, suave y, fundamentalmente, sana es una de las preocupaciones de toda mamá. Si bien los pañales descartables son una herramienta invalorable para estas madres, porque aliviaron sus tareas domésticas y lograron alejar las terribles paspaduras de las colitas de los bebés tan comunes hasta hace algunos años, lo cierto es que no alejaron del todo las preocupaciones por la piel del bebé.
La nota completa:

Es que la zona del pañal es susceptible de ser afectada por múltiples tipos de sarpullidos, algunos de los cuales pueden evitarse. Estas afecciones reciben comúnmente el nombre de dermatitis del pañal.
La poca ventilación y la alta humedad que se concentran en la zona del pañal, además de las sustancias químicas irritantes para la piel provenientes de la orina y la materia fecal de la criatura, originan frecuentes irritaciones en la piel de esta zona. El rozamiento del plástico del pañal o de la ropa tampoco ayuda, ya que no favorece la rápida recuperación de la piel de estas agresiones. El hecho de que la piel del bebé sea muy sensible también es otro factor concomitante que favorece estas afecciones. Por eso estas molestias, por lo general, son menos frecuentes y muchísimo más leves después de los nueve meses o el año de edad, cuando la piel del bebé se ha fortalecido.


Más allá de los distintos tipos de dermatitis que puede sufrir el bebé -de rozamiento, seborreica, intertrigo, entre otras- mantener algunas pautas en el cuidado diario de la piel del bebé ayuda a evitar o aliviar muchísimo todo tipo de dermatitis.
En cada cambio de pañal, realizar la higiene de la zona evitando usar toallitas perfumadas que contengan alcohol -que reseca la piel del bebé- u otros ingredientes irritantes.
Cuando el bebé ha hecho caca y la piel está irritada, lo mejor es lavar la zona con abundante agua tibia y algodón y luego secar cuidadosamente.
En cada cambio de pañal, la aplicación de cremas que ayuden a recuperar la piel y que aíslen la piel de la humedad de la orina es una buena medida.
Ventilar la colita del bebé -por ejemplo, sobre un pañal abierto y cuando la temperatura ambiente es agradable- también es conveniente para que la piel respire.
El uso reiterado de jabón puede resecarle la piel, así que sólo pueden usarse los que recomiende el médico.
Cambiar el tipo de pañal por alguno que sea más ventilado o que absorba mejor la humedad, aunque sea por un tiempo, puede ser en algunos casos imprescindible hasta que mejore la afección cutánea.
Cualquier tipo de medicamento que se aplique en la zona afectada debe ser recetado por el médico.

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